Estrellas que brillan sin cesar

viernes, abril 4

Los sueños de la rana

Era la rana ambiciosa
que quería ser soprano.

Y a la Scala de Milán
se fue a cantar un verano.

-No hay funciones estos días,
gruñó el guardián italiano.

-¡Pero yo vengo de lejos!
dijo la rana al anciano.

-Pues espérate al invierno,
cuando la Scala rebosa...

-¡Es que mi voz en invierno
ya no será tan hermosa!

-¡Ah, pero ahora recuerdo,
hay gente que no reposa:

¡Todas las noches le cantan
a la luna vanidosa!

-¿Y quiénes son esas gentes?
preguntó alegre la rana.

-Son unos sapos que cantan
en esa fuente cercana...

-¿Sapos dices? ¿Pero cómo
se te ocurre tan desmán?

¡Yo he venido a ser la estrella
de la Scala de Milán!

¡Para cantar en taberna,
cabaret o merendero

no hubiera cruzado el mar
en un barco petrolero!

De Versos para colorear un pequeño país, 1991
David Escobar Galindo, poeta salvadoreño

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