martes, agosto 22

El pez mago

Sobre una roca muy lisa
como un tenaz tobogán
puse mis pies bien juntitos
y me lancé sobre el mar.

Vi un gran pez multicolor
cuando caí sobre el agua
quien estiró hacia mi pelo
sus dos aletas de magia.

Envuelto en un remolino
no supe lo que ocurrió,
pero en un bello delfín
el pez mago me convirtió.

Salté por violentas olas,
luciendo muy plateado.
Pero en los veraneantes
lancé mil rayos dorados.

El pez mago se reía
al ver mi gran entusiasmo;
pues, yo fui un simple niño
y ahora un pez encantado.

Buceamos el océano
y arrecifes de coral:
habían colores intensos
como un bello carnaval.

La lenta estrella de mar 
estiraba sus tentáculos
azules como bengalas:
¡Un colorido espectáculo!

Erizos de mar filudos
y las tortugas sagaces,
cruzaban el fondo marino
sin ningún rumbo ni viaje.

Subí hasta la superficie
y ya era el atardecer
y aquel pez mago me dijo
que ya era hora de volver.

Unas medusas radiantes
rodearon mi cintura
y en un azul remolino
recobré mi compostura.

El pez mago, al fin, se fue
con la caída del sol
y al regresar por la arena

le guardé en mi corazón.

De, El verano aventurero, 2012
Rebeca Henríquez, poeta salvadoreña

domingo, marzo 22

Tres poemas de Sí, poesía de Gloria Sánchez

*
Mariposa
 
Mari Sopa
se atiborra
de pasteles
de las rosas.
 
Mari Pesa
ya no puede
levantarse
de la mesa.
 
Mari Pisa
va sin prisa.
A los bichos
les da risa.
 
Mari Piensa
Cenicienta
va y se sienta.
Se lamenta.
 
Mari Pasa
ya está harta;
se deprende
de sus alas.
 
Mari Súper
gordinflona
hace surfing
en la hoja.
 
En la cresta
de la ola
aventurera...
Marinera.
 
 
*
Letra "Z"
 
Si la Z no existiera
la trenza sería trenca,
el mozo sería moco,
el pozo sería poco,
la pizza sería picca,
la loza sería loca,
la cazuela, una cacuela
y el tazón sería tacón.
 
¡Ho! Gracias Z,
porque no peino mi trenca,
que no tengo un novio moco,
ni saco agua del poco,
ni me sirven una picca
en una bandeja loca,
ni cocino en la cacuela,
ni tomo leche en tacón.
 
Letra última, olvidada...
Muchas grazias.
 
 
*
Voy a dibujar un mundo
 
Voy a dibujar un mundo,
tan pequeño,
tan pequeño
que solo me quepan tres:
Un niño,
una niña
y un pez.
 
Si se quiebra y desbarata
lo intentaré ora vez:
Un niño,
una niña
y un pez.
 
 
Ilustraciones de Patricia Castelao
 
De Sí, poesía, 2005
Gloria Sánchez, poeta española
 

viernes, marzo 6

Tres poemas de Mundo nomasito (Una isla en el cielo) de Salarrué

*
El pozo
Fragmento
 
El pozo cierra los ojos
y se vuelve a adormecer
mientras lo espulga el jilguero
y comienza a atardecer.
 
 
*
La vaca
Fragmento
 
Una vaca...; esta vaca que rumia la niebla
con belfos de babas doradas,
que muge un tercio de mugido
(como contenta de corazón);
mirando con ojos de mengala
que no sabe a quién escoger...;
vaca con paso y línea de mujer,
llevando sobre el cielo la cornamenta
como un creciente de luna ceniza.
 
 
*
El chucho
Fragmento
 
 
Por el camino polvoso,
al mediodía
al medio del camino,
con la cola escondida
y la oreja tímida.
 
Por el camino desolado,
enclenque, descolorido,
con dos ojos pintados sobre los ojos...
Atemorizado,
enjiotado,
ahuesado de hambre, pasa...
 
No lo llames;
huirá despavorido.
Creerá que es piedra
el pan en tu mano.
Está escaldado,
apedreado,
molido a puntapiés
por los trúhanes y borrachos
de los pueblos;
apaleado
por la placera
y las puyas largas
de los carreteros bribones.
 
Chuchito bueno,
chuchito triste
afligido,
chuchito mío sin dueño:
ésta es la montaña
no temas,
la isla en el mar del cielo
no temas,
la tierra buena del ganado
y la arada,
no temas,
la tierra de arboledas y de trinos,
de místicas cigarras
encendidas en llama sonora,
votiva,
ante el altar de infinito...
 
 
De Mundo nomasito (Una isla en el cielo), 1975
Salarrué, escritor salvadoreño

miércoles, febrero 25

Tres poemas de La casa de vidrio y otros poemas de Claudia Lars

*
Nadador

Salto que casi es un vuelo.
Delfín seguro y arisco,
acróbata bullicioso
en los trapecios del frío.

Sesgo en fuga, burla al viento,
juego de sombra y brillos.
(La sirenita sin cola
en las vueltas del peligro)

Ladrón de nidos profundos
y mariposas de vidrio;
ahijado del horizonte,
heredero de marinos.

Jinete en ancas fugaces,
banderillero de abismos,
capitán de las apuestas,
¡Neptuno recto y lampiño!


*
Canción del niño indio

Moreno el dormido...
Quisiera saber
quién le dio, en las venas,
su color de nuez.

Quizás el terrón 
de oscuro poder
o el búho nahual,
por indio, tan fiel.

Mirando, mirando,
-¡Ay, lo que miré!-
selvas y volcanes,
maíz y maguey...

Buscando, buscando,
-¡Ay, lo que busqué!-
torcanes que huyen,
sangre de los pies.

Sonríe el dormido...
Yo creo que ve
los templos perdidos
de gente de ayer.

Tejedores de antes 
-uno, dos y tres-,
bordan faisanes,
las grecas también;

y van los caminos
de Izalco a Petén,
entre mariposas
y verdes sin ley.

Suspira el dormido...
No quiere volver
a tierras en donde
sufre lo que fue.

Caracol antiguo
guarda para él
la playa lejana
del amanecer.

Las flores del Shilo
ya no son de miel,
la punta de jade
se ha quebrado en tres.

Pueblos fugitivos
tienen que correr
y van, tras su huella
cascos en tropel.

Despierta el dormido...
No sabe por qué
le duelen los valles,
le duele la sien.

Memorias confusas,
una y otras vez,
recogen su sueño
en amarga red.

Entre miedos largos
no sabe qué hacer,
y se vuelve el nño
de muda niñez.


*
Pajarito bobo

Ha bajado del árbol
el pájaro bobo.
¡Siendo el cielo tan ancho
se acurruca en el polvo!
Aunque cantar no sabe
tiene piquito de oro:
para alisar la pluma,
para buscar el piojo.
Mediodía de marzo...
¡Qué parlanchín el loro!
Juegan "a cuatro esquinas"
guacalchías y tordos.
¿Por qué tan en silencio
el pajarito bobo
con las alas caídas,
con el sueño en los ojos?
¿Piensa en el gusanito,
gusanín, gusanongo,
confite de cumpleaños,
bocadito de antojo?
¿Quiere picar el grano,
beber agua del chorro,
y alcanzar, sin moverse,
la polilla del tornco?
Ninguno tan confiado;
nadie tan perezoso.
¡Habrá que darle cuerda
al pajarito bobo! 

Ilustración de Roger Ycaza

De La casa de vidrio, 2008
Claudia Lars, poeta salvadoreña

jueves, enero 29

Tres poemas infantiles de Raúl Contreras

Leyendo algunos poetas salvadoreños de principos del siglo pasado, me encontré composiciones poéticas que podrían encantar a un público infantil, aunque no hayan sido escritas con ese propósito o no estén en un libro de literatura para niños. En está ocasión comparto tres poemas del escritor salvadoreño Raúl Contreras publicados por la Revista Cultura de 1981 que, según mi criterio, podrían formar parte de una antología de poesía para chicos de nueve años en adelante.

*
El reloj de la luna 
(Fragmento)

Viejo reloj de la luna
ya no sirves para nada.
Y sólo una hora, una,
atrasada
y olvidada,
tiene tu esfera marcada.
-¿De desdicha o de fortuna?-
Ya no sirves para nada,
viejo reloj de la luna.

¿Se le olvidó al relojero
darte cuerda? Ya no toca
tu clara campana loca
que fue repique y pandero
y, en el cruce de un sendero,
junto una boca a la boca
del trovero.

Ya no toca
tu clara campana loca...
Sin péndulo, sin agujas
te has quedado.
Reloj de duendes y brujas,
de hampones y de granujas,
arañado
y empolvado.
La noche te ha arrinconado,
sin péndulo, sin agujas.

1926


*
Si yo tuviera un cascabel

Si yo tuviera un cascabel,
un cascabel de alegre son,
lo colgaría en mi canción.
Y con la risa a flor de piel
me formaría la ilusión
de que sonaba el cascabel
dentro del mismo corazón...

Para alejarme de la vida,
a cada lágrima perdida,
a cada injuria, a cada hiel,
al viento dando mi bravata,
con son de oro o son de plata
o son de cobre o son de lata,
repicaría el cascabel...

Y si turbara mi locura
una canción, una ternura
o una hoja de laurel,
con claro timbre de alegría
-campana al sol- respondería
la picaresca algarabía
de mi sonoro cascabel...

Y esta aleluya simple, acaso
confrontaría mi fracaso
-salmo de amor, gota de miel-
cuando en la feria del camino,
crucificado mi destino,
el corazón guardara un trino
sonando siempre el cascabel...

1926


*
La cuerda rota

Pobre muñequita. Se rompió tu cuerda
y en tu caja rosa sileciosa estás.
No mueves los ojos. No ríes. No dices:

Papá... Mamá.

Un niño travieso te tomó ayer tarde
y tu mecanismo quiso desarmar.
Te arrancó el cabello; desgarró tu traje
y quebró tu pecho que era de cristal.

Manos de los niños son manos aleves
que con las muñecas no saben jugar.
Manos de los niños lo destrozan todo
con facilidad.

Manos de los niños avientan las rosas
con burla, con risa, con gesto trivial...
Frágiles muñecas
que en la vida vais
y tenéis el pecho
como de cristal.

Pobres de vosotras si un niño travieso
os mira y os toma; os deja y se va.
Donde solo queda la caja vacía
se acumula el polvo de la soledad.
Seca la sonrisa, mudos los suspiros,
las muñecas rotas no florecerán...

Y el eco perdido siempre repitiendo:
Papá... Mamá.

1920


De Versos del ayer, enero-diciembre, 1981
Revista Cultura Nº71, MINED
Raúl Contreras, poeta salvadoreño

lunes, enero 19

¿Qué sueñan las Lagartijas de nubes?

Lo que sueñan todos los reptiles: reposar bajo los rayos del sol el día entero... pero, el sol de nuestros reptiles etéreos es uno muy especial; el sol de la poesía.
La poesía en la primera infancia y en la edad escolar es fundamental para el desarrollo integral de las personas; esto es innegable, sin embargo, cómo se propician experiencia estéticas literarias en el kindergarden y la escuela, y cuál es el criterio estético para seleccionar la producción poética que entrará en esa dinámica, son temas que hay que evaluar constantemente.
La población estudiantil tiene un acercamiento a la poesía, casi de forma exclusiva, a través de los libros de texto, con juicios de selección que obedecen al fomento de valores y hábitos personales, así como, aquellos poemas que parecen "infantiles" porque hablan sobre animales y flores. La poesía no es funcional cuando de "enseñar" se trata. 
Ahora bien, ¿por qué este tipo de poesía es la que predomina en las aulas? María Elena Walsh plantea una posible respuesta a mitad del siglo pasado: las maestras, al igual que madres y padres, no pueden trasmitir el gusto, el placer, la sublime experiencia que un poema puede ofrecer, si nunca lo han sentido o vivido. Es importante, entonces, propiciar vivencias poéticas diversas en la familia, además, de colaborar con los agentes de formación para que el contacto primigenio con la poesía y la literatura sea auténtico.
La violencia social, inestabilidad económica, desintegración familiar y los distractores tecnológicos inciden en el ánimo de los infantes, de ahí que sus intereses estén tan alejados a la reflexión, a los procesos creativos y las actividades que están vincualdas con el esfuerzo intelectual. Los adultos nos acomodadmos a esa apatía y propiciamos mero entretenimiento.
¿Qué importancia podría tener un poema infantil en este contexto? ¿Puede competir un álbum, un libro de poesía frente a un programa de televisión de Cartoon Network? ¿Es la poesía una opción más para un "número artístico" en un acto escolar? ¿La poesía puede generar identidad? ¿La poesía infantil puede abordar temas como la muerte, la tristeza y el miedo? Este blog pretende convertirse en un espacio para iniciar o continuar esas discusiones.
El proyecto de Lagartijas de nubes está dirigido en dos sentidos:
1. La investigación y promoción de la poesía infantil salvadoreña escrito a lo largo de la historia de la literatura nacional, así como, la que que se escribe en la actualidad, aunque no se publique fìsicamente. El propósito es formar un repertorio poético para el kindergarden, las guarderías y las escuelas primarias; apoyado en las creaciones poéticas unversales, ya que, hay temas que poco se han explotado en El Salvador y que son importantes, por ejemplo, las jitanjáforas.
2. El fomento de actividades escolares (herramientas pedagógicas que no alteren la escencia de la poesía) y extraescolares (club de lectura, festivales, talleres de creación, etc.) que propicien experiencias estéticas literarias para las maestras y, por ende, para los chicos, con el fin de romper paradigmas acerca del papel de la poesía en la formación individual y colectiva. Además, generar un debate con los encargados de acercar la poesía a los infantes a través de los libros gubernamentales y no gubernamentales.
Obviamente, es imposible esperar que se desarrolle en mismo interés o afinidad porque la poesía no sirve para nada -no somos los primeros en afirmarlo- y aún así es vital para las personas.


miércoles, enero 14

Tres poemas de Surtidor de trinos de Sara Palma de Jule

*
El circo

Ha llegado el circo
con sus cuatro leones,
grandes elefantes
y traviesos monos.

Trae unos perritos
bien amaestrados,
que sobre dos patas
bailan abrazados.

¡Cómo me emociono
con los trapecistas!
Luces de colores
adornan la pista.

A todos aplaudo,
a todos los quiero...
¡pero es el payaso
a quien yo perfiero!


*
Nubes y estrellas

La tormenta se anuncia
con gran estruendo:
al relámpago sigue
furioso trueno.

Las estrellas se esconden
a toda prisa:
¡la tormenta no es cosa
que les dé risa!

Una estrella buscando 
papel carbón...
a una nube muy negra
le da un tirón.

Cuando vuelva la calma
-nubes y estrellas-
se han de tornar amigas...
¡así son ellas!


*
Sueños

Es  un espejo redondo
este charquito de plata,
donde se mira la luna
cuando le dan serenata.

Ah, qué lago tan dormido,
¡no se despierta con nada!
ni aunque le canten los grillos
y una docena de ranas.

Cómo tiemblan los luceros:
no quieren que llegue el alba,
las aves tibias anidan,
los gallos aún no cantan.

Los niños están durmiendo
abrazados a la almohada;
pero en sus sueños se mecen
sobre columpios de plata.

 
De Surtidor de trinos. Poesía infantil, 1982
Sara Palma de Jule, poeta salvadoreña